“Ser honrado tal como anda el mundo, equivale a ser un hombre escogido entre diez mil”. William Shakespeare

En este mundo del revés en que se ha convertido el país, donde el delito acosa cada día y las víctimas deben pagar de sus bolsillos los sepelios de sus familiares asesinados y las cirugías para tapar las cicatrices que dejó en el cuerpo la agresión criminal en medio del maltrato de una justicia pérfidamente garantista que angeliza al delincuente, me topo con la noticia que la Provincia de Mendoza financió la cirugía estética de Franco o "Cara Cortada", porque el adolescente de 17 años alojado en un centro de detención juvenil, acusado de cinco asesinatos y de ser uno de los"Angelitos de Yaqui", la banda de jóvenes casi niños cuya jefa sería la narco Sandra YaquelineVargas que hoy está en prisión, se sentía "estigmatizado".

Once hermanos - entre ellos mi madre - se reunían cada domingo en la casa de mis abuelos a celebrar la vida.

Con ellos sus esposas/os, sus hijas/os -entre los que estaba yo- compartían una larga mesa plena de tallarines con tuco espeso y vino negro, y la charla, el canto, el baile alegre de una familia de italianos que se integraban en una larga cuadra de tanos, en Italia Chica, allí en Lanús, provincia de Buenos Aires, al costado de las vías del Roca por donde pasaba el tren Estrella del Valle que un día me traería a esta tierra sureña, en una calle de una vereda sola, enfrentada al deposito de rezagos del ferrocarril, con inolvidable picados donde mi viejo y mis tíos jugaban, como chicos, el alma en cada pelota y al caer la tarde la despedida con fuerte abrazo, tantos besos y nos vemos en la semana.