De los casos que son registrados en la línea telefónica 102, el 92 por ciento son niños abusados por una persona del entorno. Por Pablo Montanaro En el 2008, 15 niños y adolescentes por mes estuvieron implicados en situación de abuso sexual, según los llamados recibidos a la línea 102 del Servicio de Pediatría del hospital Castro Rendón. Neuquén: El Equipo de Atención al Maltrato y Abuso Sexual Infantil del Servicio de Pediatría del hospital Castro Rendón informó que de 1095 casos asistidos a través de la línea 102 durante el año 2008, 181 fueron por abuso sexual, siendo las víctimas niños, niñas y adolescentes, según un informe al que tuvo acceso La Mañana de Neuquén. Esta cifra se desprende de los llamados recibidos durante el año pasado a la línea 102 del mencionado equipo de profesionales que en mayo cumplió diez años de labor atendiendo a niños y adolescentes que reciben o sufren algún tipo de situación de vulneración. El equipo está conformado por médicos, trabajadores sociales, técnicos en minoridad y familia, entre otros profesionales del área de pediatría, psiquiatría y salud. El informe indica que 157 correspondieron a mujeres y 24 varones. Respecto a las edades de las víctimas, el 53 por ciento, es decir 95, tenían entre 5 y 12 años; 58 (33 por ciento) entre 13 a 18 años y 25 (14 por ciento), de 0 a 4 años.
Los casos de asistencia por abuso sexual continúan en aumento ya que en el 2007 se registraron 136 y 108 en el 2006. “Este crecimiento de casos se debe a que los niños están más habilitados a hablar debido a las charlas que se dan sobre los derechos de los chicos”, precisó Mónica Belli, una de las integrantes del mencionado equipo. Agresores Una de las principales características de este tipo de violencia sexual es que, en el total de los casos registrados, el 29 por ciento de los abusadores son los propios padres, seguidos por el padrastro (23 por ciento), familiares (24 por ciento) en el que se encuadran tíos, abuelos y hermanos mayores; y 14 por ciento corresponde a vecinos, amigos de la familia y padrinos y 8 por ciento sin datos. “Estos números reflejan que para muchos niños, niñas y adolescentes el peligro mayor está dentro de su propia familia”, sostuvo Belli. Por otra parte, resaltó el porcentaje de “sin datos” explicando que “cuando hablamos de ‘sin datos’ nos estamos refiriendo a que, en general, llegamos al diagnóstico por alguna enfermedad de transmisión sexual que tienen las niñas pero no dicen quiénes fueron sus agresores. Son víctimas que están amenazadas y sufren extorsiones. Sin embargo, por experiencia, sabemos que el agresor es alguien cercano a la víctima”. Respecto a la edad del agresor sexual, las estadísticas indican que estas conductas se presentan desde la adolescencia hasta adultos mayores. Mostrando un incremento (31 a 40 años), coincidente con la etapa vital de la paternidad, “lo que se relaciona con que más de la mitad de los agresores son los padres y padrastros. “Nuestra estadística coincide con una de las características del perfil de los abusadores sexuales que señala que la edad de inicio de las conductas abusivas es la adolescencia repitiéndola a lo largo de la vida hasta la tercera edad”, comentó Belli. Marcela Lorente, otra de las integrantes del equipo, sostuvo que “ese padre o padrastro no sólo va a abusar de la niña que está dentro de su casa, ya que se convierte en un perpetrador de delitos sexuales contra otros chicos, es como un depredador que tantea y luego acecha a su víctima quienes siempre van a ser chicos porque encuentra el placer allí y no en el adulto”. Consecuencias Por otra parte, el informe puntualiza que las niñas, niños y adolescentes víctimas de abuso sexual sufrieron las siguientes consecuencias: 14 adolescentes embarazadas, 10 niñas con infección de transmisión sexual, 6 niñas discapacitadas, 6 niñas con lesiones severas, 7 adolescentes con fugas del hogar, 3 autoagresiones e intentos de suicidio y 2 situaciones de trata en adolescentes. Nota de La Mañana del Sur Neuquen 16-8-0 |