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Te espero en casa, justo en Navidad PDF Imprimir E-mail
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Escrito por hector luis manchini   
Martes, 23 de Diciembre de 2014 13:53

¡Hola Juan!, querido amigo, no me tomes como un chusma entrometido que quiere hacer leña del árbol caído, no, todo lo contrario, quiero decirte que estas equivocado cuando afirmas - y justamente al enemigo - que la soledad con la que enfrentarás las fiestas cercanas es por tu culpa, por haber sido un padre ausente, un amigo sin la debida consecuencia, un fana del trabajo y el riguroso cumplimiento del deber, que debiste ser más flexible, no aturdir con ese asunto de los valores, la convicción, el apego al trabajo, que no dejaste volar a tus pichones y otras tonterías fruto de una mente atormentada por la tristeza, pues yo que te conozco como nadie, que nos involucramos juntos codo a codo en mil batallas por la justicia, el honor, la decencia, se que cada acción de tu vida fue la adecuada, acorde las circunstancias, que como nadie te encargaste de dar abrigo, cobijo, asistencia, amor y pusiste en juego hasta tu vida cuando fue necesario por tu prole, la familia, los amigos, y todo aquél que requirió tu mano.


Sucede frate del alma que las cosas han cambiado, que los valores se sepultaron en lo más profundo del arcón del olvido, que los viejos ya no morimos en nuestras camas rodeados por la descendencia, no, hoy curatela mediante nos arrojan a un depósito de ancianos, ominosos geriátricos que se convierten en salas de espera, aguardando que La Parca nos llame porque ya es nuestro turno.

El país mutó tanto que hoy tu jubilación es inferior a lo que gana un preso ¡Sí loco!, ese malandra que violó, mató, robó, tiene un precio superior a tu trabajo digno de toda una vida, donde debemos contratar a alguien para que cada tres meses empuje la silla de rueda del anciano incapacitado para probar que sigue vivo y el Estado no incaute sus haberes, que jamás conseguís una pizca de sol de verano en alguno de los hoteles de la obra social, repleto de funcionarios, políticos parientes y amigos de estos, que ya los privilegiados no son los niños y los viejos sino los dueños del poder y sus afines y por ello si no hay ejemplo de arriba, si ese Estado que contribuiste a formar con tu laboriosidad sin pausa te maltrata, te chicanea con los juicios que salen a tu favor justo un par de días después de tu muerte, que esperas de aquellos para los cuales siempre fuiste el proveedor porque ¡Era tu obligación!.

Por eso amigo reitero no es tu culpa la soledad que te abruma, es la gente que cambió, que maltrata a los viejos después de que los sirvieron bien, es el Estado que alienta este maltrato ¡Fijate que hasta Francisco debe reclamar que se ocupen de los ancianos, que no los abandonen!.

Así Juan que basta de tristezas y lagrimones, volvé a tus cuentos y versos ¿Recordás “Acaricias”?¡Sublime!, llená de genialidades esa página en blanco que siempre te espera, escribir aleja los fantasmas, no lo olvides, como tampoco que este compañero de la vida te espera en su casa, justo en Navidad.

Un abrazo amigazo y nos estamos viendo.

navidad anciano solo

Última actualización el Jueves, 19 de Febrero de 2015 14:58
 
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