Todos aquellos que hemos tenido la fortuna de culminar la carrera de abogacía en la Facultad de Derecho de la UBA nos sentimos profundamente orgullosos.

Fue una gran inversión no solo a nivel técnico sino también en el orden social y cultural, esta universidad que cumple 200 años de vida, egresando de ella los mejores profesionales de Argentina y América Latina ubicándose entre las primeras 50 del mundo.

Es por eso y atendiendo que el Sr. Presidente es profesor de esa alta casa de estudios, resulta inadmisible que ignore el derecho internacional público y privado pues debe saber sin duda que cuando se trate con otro país o los ciudadanos de otro país las expresiones deben ser ciertas, amables y claras sin mención alguna a otros estados.

Así si el primer mandatario reclama afanosamente la ayuda de EEUU al negociar con el FMI, no puede aceptarse que afirme al entrevistarse con Vladimir Putin «yo estoy empecinado en que la Argentina tiene que dejar esa dependencia tan grande que tiene con el fondo y los EEUU que tiene que abrirse camino hacia otros lados y ahí es donde me parece que Rusia tiene un camino muy importante».

Además, el presidente ofreció que la Argentina sea la puerta de entrada para que Rusia ingrese a América Latina (fuente M.Macri cita diario Río Negro).

En verdad tamaña contradicción del sr. Presidente no debe asombrarnos mas cuando se atrevió a cambiar el calendario chino en 2698 años.