En el año 1980 cuando decidí radicarme en la ciudad de Zapala mi primer paseo fue hacia la ciudad de San Martín de los Andes, bajé La Rinconada y al llegar al «puente» me topé con una construcción prácticamente derruida que como señala el diario Río Negro del 4/9/22 el puente fue construido hace más de 110 años y en el 2017 se realizó un bacheo que luego sufrió un deterioro de relevancia e inclusive parte de las barandas están chocadas y a punto de derrumbarse.

Ya aquella vez, hace 42 años de mi 1era experiencia sobre el puente se me vino a la memoria que en realidad se trataba de una ruleta rusa pues en verdad cualquiera de los rodados que se animaban a la aventura de cruzarlo podían ser victimas de cualquiera de las anomalías que de manera inminente te indicaban «lo lamento, te tocó a vos», mientras el ruido del derrumbe del automotor sonaba fuerte mientras se hundía en el rio Collón Curá apareciendo raro que este complejo fue declarado monumento histórico por el Senado Nacional y se pidió que se lo mantenga para funcionar como fuelle mientras se construye desde hace 12 años uno nuevo de dos manos en sus inmediaciones. 

Cada vez que cruzo la ruleta rusa no puedo impedir que aparezca la idea «¿hoy me tocará a mí?» y lo expuesto es tan cierto que el puente de La Rinconada tiene solo dos alternativas que algún micro de gran porte haga ceder la obstinada estructura o que dentro de 12 años se vuelva a escribir sobre el soñado puente de dos vías que se construiría en poco tiempo.