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Escrito por hector luis manchini  
Jueves, 29 de Septiembre de 2011 22:29

 Esclavo es aquel que espera por alguien que venga y lo libere. Ezra Pound

La sociedad argentina está atrapada. Se pide que madure. Eso es reclamar vías de hecho. Sólo pueden hacer u omitir actos o acciones de poder los que son o sean elegidos según la Constitución y las Leyes. Los que fueron, los que son, los que serán nuestros dueños. Los mismos que están y seguirán estando porque el sistema de amigos y compromisos que reemplazó a la democracia republicana fue perversamente pensado para que eternamente sean los mismos los dueños del poder. Los que se enriquecieron, enriquecen y enriquecerán a costa del hambre del pueblo. Que podrán hacer o no hacer lo que quieran con total impunidad.

Ninguno de los candidatos quiere la democracia, porque la democracia significa austeridad, prudencia, respeto y participación de todas las propuestas, esto es pluralidad división e independencia de poderes, que los representantes trabajen en pro del bienestar general como lo manda la Constitución Nacional y no del propio. Nada de eso fue, es o será.

Si sigue el actual modelo el Poder Ejecutivo gobernará por decreto, haciendo del lujo y la ostentación su manera habitual de vida, lo sucederán los niños sin experiencia que ya fueron designados, los gremialistas dueños de campos, bienes lujosos, con capacidad de movilización para parar el país por todo el tiempo que sea necesario, las asociaciones entrañables, etc..-

Seguirá el sistema de recaudar para los intereses del que manda y de sus amigos, con absoluta falta de respeto del idóneo. Este esquema rigió, rige y regirá en la Nación y  cada provincia, municipio o paraje pues los gobernantes se creen con el derecho hereditario e irrenunciable del poder, sin escuchar jamás los reclamos del pueblo y lo mismo sucederá si triunfa cualquier otro candidato.

Así,  a la deriva, sin trabajo, sin salud, sin seguridad, sin educación, sin justicia aumentará la pobreza del pueblo que hoy es superior a la mitad, la desnutrición, la desesperanza, la dádiva, la soberbia del que fue "elegido", porque no hay salida ya que no sabemos reclamar y luchar por nuestros derechos, el de nuestros hijos y nietos, pisoteados por todos los que tienen aunque sea una pizca de poder en el país y las provincias. Lo lamento. Un grupo de atrevidos mediocres, que frustró la esperanza democrática de todo un pueblo, nos sometieron desde hace muchos años.

Con distintas mentiras, que aceptamos ingenuamente, que jamás nos atrevimos a discutir, a renegar y hoy nos hallamos con las manos vacías, con una triste sensación de fracaso fatal. Sólo nos queda hacer lo que nos ordenan, aunque estemos convencidos que todo es un desatino, pero ellos los soberanos y eternos dueños del poder -que jamás resignarán - se han convertido en nuestros amos y nosotros en sus esclavos.

No se clame por madurez, los esclavos no maduran, sólo obedecen.