Hace un momento encendí la tele mientras preparaba unos mates y en el término de diez minutos me cuentan que maleantes ingresan a la casa de un anciano lo golpean, le reclaman dinero y como no tenía un peso lo matan aplicándole un golpe en la cabeza con una maza, acto seguido otro anciano muere de miedo luego que lo golpearan ferozmente y los violentos escapan sin que nadie pueda detenerlos, sin solución de continuidad aparece una casa de venta de empanadas en Barracas donde luego del saqueo el dueño de 36 años es atacado, intenta defenderse con un palo y lo matan con un tiro en el pecho, finalmente me dicen que habrían atrapado a la bestia que violó y mató a su hijastra de 4 años.

Ya era suficiente voy a apagar la televisión mientras pensaba ¡esta barbarie no puede ser!, cuando el conductor del noticiero anuncia naturalmente aunque con un dejo de tristeza ¡Otro golpe de los rompepuertas!.

Curioso porque no sabía nada de esta nueva modalidad delictiva me anoticio que cuatro uniformados, esto es sujetos vestidos con uniforme policial, incluso chaleco antibalas, utilizan un ariete de hierro , mientras a la gente que pasa y mira les dicen que es un allanamiento, tiran abajo la puerta de entrada de la vivienda y con el matrimonio en el living los apuntan con pistolas 9 mm y le piden el dinero luego de golpear la cabeza del dueño de casa que la tele mostraba con un inmenso vendaje en la parte posterior de su cráneo incluyendo su oreja quien tranquilo, agradecia a Dios que no estaba su hija y que no los mataron, lo cual. añadió, no era necesario ya que en un momento les entregó todos los ahorros de la familia y las llaves del auto para que los delincuentes pudieran partir sin inconvenientes, hasta abrió el portón, lo que expuso casi con una sonrisa concluyó ¡Al fin se fueron!, agregando un ¡Y bueno, estamos vivos! aliviado, casi satisfecho.

Mientras aparecía un incendio en un neurosiquiátrico con varios muertos dije basta por hoy y apagué ese aparato de Satán.

Abrumado deje el mate sin tomar, frustrado ante tanta locura y mientras cerraba la puerta de casa rumbo a mis tareas no pude sacarme la imagen de conformidad de la víctima de los rompepuertas y me pregunté ¿Porque este atosigamiento de crímenes que no cesa? ¿Y la autoridad? ¿La policía, la justicia?¿Quien, como y cuando acabará con esta inseguridad plena de impunidad y desinterés del Estado

¿Habrá que resignarse, entregarse, para que el delincuente de turno no sea en la ruleta rusa de tanto crimen la justa bala que te tocó?.