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Escrito por hector luis manchini  
Miércoles, 16 de Abril de 2014 16:18

Hace unos días afirmé que al tiempo de votar el ciudadano debe pensar en aquellas personas coherentes, con real vocación de servir a la Patria y que se destacan por hacer exactamente lo que dicen, que sus acciones coinciden con su decir de verdad, transparencia y justicia y por ello quien pretenda ganar las elecciones del 2015 debe poder probar su honestidad, procesar y encarcelar a los delincuentes de guantes blancos que saquearon el país y recuperar el botín del latrocinio.

Al llegar a este punto se acabaron las palabras, si nos atenemos al tiempo del voto a las promesas de los distintos candidatos presidenciables sin que su honestidad se encuentre acreditada claramente por su trayectoria vital volveremos a equivocarnos pues sólo personas incuestionablemente honestas podrán sacarnos de este atolladero persiguiendo y encarcelando a los autores reales del robo impúdico de nuestras riquezas que tuvo lugar en los últimos diez años y que comprende sin duda a funcionarios, jueces y miembros de las fuerzas de seguridad del primer nivel que ostentan fortunas absolutamente inconciliables con sus ingresos y recuperar para el país los bienes malhabidos.

Ello debe ser así pues la corrupción que posibilitó entre otras desgracias el asentamientos en el país de bandas narcos y de trata de personas y con ello la violencia e inseguridad que vivimos todos los argentinos en cualquier lugar del país,no pudo suceder a un nivel tan trascendente sin el visto bueno de personajes con altas responsabilidades en áreas claves del gobierno y que mediante el cobro de coimas relevantes se convierten en los exclusivos y excluyentes responsables del festival de muerte y miseria que abruma la Nación.

Sobre el particular se ha dicho con acierto: "La inseguridad, instalada con cada vez mayor prepotencia, y que remite al mismo tiempo a una sensación de indefensión y a una concreta realidad de violencia, no tendría un crecimiento tan inquietante sin la supervisión de su hermana más poderosa. Corrupción e inseguridad se dan la mano para consumar sus delitos, desde las modestas salideras y entraderas hasta las más ambiciosas compras de empresas y blanqueos millonarios. Jueces, policías, y pequeños y grandes funcionarios del Estado aceitan una maquinaria corrupta que, además de cobrarse vidas, construye una impunidad que nos parece invulnerable" (Corrupción e inseguridad van de la mano, de Luis Gregorich. en La Nación On Line del 16/04/2014)

En suma Argentina para volver a ser, necesita recuperar la confianza en los hombres y mujeres que integran sus instituciones, que aceden a los cargos públicos, que ejercen en los tres poderes del Estado, y reencontrase con la seguridad perdida abatiendo el miedo que nos paraliza. logros que sólo se pueden conseguir haciendo trizas la corrupción y la impúdica impunidad..

Ello es tarea de la próxima administración y concretar el ambicioso objetivo propuesto en el párrafo precedente requiere que a partir del 2015 el gobierno del Estado esté en manos de una persona incuestionablemente honesta y valiente, coherente, que sea reconocida por su vocación de servicio, su independencia de criterio, y su decisión inclaudicable de derrotar la corrupción de manera integral.

A los electores corresponde examinar y reconocer rigurosa y responsablemente en los candidatos las virtudes destacadas más arriba y decidir sin titubear al hallarlas para que nunca más la corrupción, la impunidad y la inseguridad nos inquieten.