Parafraseando a Larralde me atrevo a decir que el voto es el instrumento creado para que los políticos puedan hacer lo que usted no debe hacer. Así un político, sus parientes y amigos pueden disponer la entrega de  $2.500.000 a una empresa aérea sin aviones y en liquidación en concepto de gastos operativos o permitir que su hija se suba a un avión presidencial para volar miles de kilometras con el único objeto de retornar a su hogar a recoger una prenda que quedó olvidada en un rincón.

Pueden dejar de cumplir fallos de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, alentar el nombramiento de jueces que le serán absolutamente fieles, viajar con valijas repletas de dólares, crear un cuerpo de jóvenes que impida el acceso al Palacio de las Leyes a quien ellos decidan, ubicar a esos jóvenes en puestos claves de la legislatura o la administración, utilizar los ahorros de toda la vida para gastos corrientes, resolver quien ha de trabajar y quien no en las distintas dependencias oficiales según el color de la bandera,  eludir cualquier investigación judicial por más grave que haya sido el acto que lo amerite, designar a su hija con categoría de subsecretaria con un sueldo suculento que será pagado con fondos del erario público.

Pueden transportar en medio de la oscura noche a peligrosos asesinos que culminan su raid matando a un agente del orden y a ningún juez se le pasará que si el conductor de marras es político, pariente o amigo no puede ser más que un testigo, jamás serán encarcelados por motivo alguno aunque reviente un pueblo entero, de bolsillos magros pasaran de la noche a la mañana a ostentar autos importados, mansiones con los detalles más extravagantes, cuentas en verdes obviamente en el exterior y siempre estarán rodeados de bellas damas o musculosos caballeros según el caso.

Ningún miembro de seguridad los detendrá en la ruta o en las calles de la ciudad para pedirle documentos, ¡Quien se atrevería!, sus papeles son sagrados y esa es una molestia menuda reservada para los demás como tantas otras.

Invariablemente en cada decisión harán valer el interés propio al interés de los representados, al bienestar general, el micro ómnibus deja de ser un medio de transporte válido para la humanidad del político, es auto importado   y el avión oficial convertido de hecho en jet privado.

Hay infinidad de detalles que distinguen al político, sus parientes y amigos de los demás pero que en general pueden resumirse en la afirmación de poder hacer todo lo que les viene en ganas con absoluta impunidad porque en esta argentina sociedad la justicia es un valor inexistente.

Siendo  de pública notoriedad que desde que culminó la dictadura militar, los gobiernos civiles han abusado de la buena fe de sus mandantes sin ningún rubor, cometiendo multitud de hechos que el Código Penal califica como delito y nadie está preso, tal circunstancia se convierte en prueba ostensible que el rigor del Poder Judicial no alcanza a la clase política, parientes y amigos.

Agustín de Hipona apuntaba: "Si de los gobiernos quitamos la justicia, ¿en qué se convierten sino en bandas de criminales a gran escala? Y esas bandas ¿qué son sino reinos en pequeño? Son un grupo de hombres, se rigen por un jefe, se comprometen en pacto mutuo, reparten el botín según la ley por ellos aceptada. Supongamos que a esta cuadrilla se le van sumando nuevos grupos de bandidos y llega a crecer hasta ocupar posiciones, establecer cuarteles, tomar ciudades y someter pueblos. Abiertamente se autodenominan entonces reino, título que a todas luces les confiere no la ambición depuesta, sino la impunidad lograda".

En suma ante una justicia dependiente de los políticos estos se convierten en una casta privilegiada que tiene un pasar XLT Plus, intocable, lujuriosamente enriquecida a costa de las desventuras de un pueblo manso.