Para empezar ya se difunde una fórmula encabezada por la actual presidenta y un representante de Moyano.

Increíble. Salimos del gobierno militar que nos sometió con rigor, que cometió los crímenes más atroces, que dominó a la sociedad con el miedo y la prepotencia y ahora nuevamente, otros actores, con distintos roles, intentan apoderarse de nuestras vidas, de nuestra paz, de nuestras riqueza mediante el temor, la soberbia y la impunidad.

En efecto ahora es el sindicalismo argentino, "Los gordos", como le dicen, los que tienen enormes fortunas salidas de la nada, que actúan y ejercen como poderosos empresarios con campos, estancias, un rolex plus en la muñeca, los que nos advierten que van a llegar al poder nos guste o no.

En el ínterin veo en el periódico una foto de un ministro que quiere convencer al pueblo de la Nación que el sindicalista camionero no está siendo investigado por nadie, que es una pobre víctima de los medios que se ensañaron con él, que no aprecian las heroicas luchas gremiales por conseguir a toda costa el bienestar de los trabajadores que representan, es decir aquello que sería naturalmente su rol y que quedó olvidado en algún rincón de su temprana juventud.

Así nos enteramos que el exhorto de Suiza en realidad traduce una investigación a nadie, que es un exhorto trucho y si no se considera así la CGT, va a hacer un paro general por tiempo indeterminado contra el pueblo argentino que esos días no podrá trabajar, deambular, pasear un rato ni nada, para que de una vez por todas el gobierno Suizo tome conciencia de la absoluta inocencia en todos los campos del Sr. Moyano y de cualquier sindicalista argentino.

Paso de página y en la siguiente dos Secretarios generales de gremios de máxima importancia esconden sus manos esposadas con un abrigo acompañados por personal policial.

Impotencia, bronca, y la convicción que la historia de este desgraciado país va camino a tener como primer mandatario a Moyano con un gabinete y una legislatura de dirigentes gremiales empresarios, titulares de enormes riquezas y jueces que harán cierta su pretensión más delirante.

No hay salida, los políticos argentinos hace mucho tiempo perdieron el rumbo, que carecen de alguna pizca del espíritu de grandeza, el poder significa acceder individualmente a la mayor cantidad de bienes posibles.

Han devastado al país y hoy más que nunca sus habitantes son almas errantes en la soledad del desierto mientras la Constitución Nacional agoniza amargamente en el cesto de papeles.