A raíz de informes de médicos especialistas por los medios de comunicación me pareció oportuno una síntesis de las secuelas que hasta ahora no habían sido difundidas para el común de la población.

El siguiente es una síntesis realizada por el suscripto. Se ha consultado varias fuentes.

Según un artículo publicado en mayo 2021 en la revista Jama 8 de cada 10 personas hospitalizadas por COVID desarrollan problemas neurológicos que incluyen desde dolor de cabeza, perdida del olfato y el gusto hasta ataques cerebrovasculares también preocupan las secuelas psicológicas.

Un año después se sigue luchando contra un enemigo invisible y desconocido necesitamos información sobre los impactos neurológicos del COVID-19, en los que están activamente enfermos y en los sobrevivientes.

Un estudio realizado en 133 pacientes adultos en todos los continentes reveló que de 3744 adultos hospitalizados el 82% tenía síntomas neurológicos autodeclarados o diagnosticados clínicamente, la encefalopatía aguda fue la más común, afectando a casi la mitad de los pacientes, seguida del coma 17%, y los accidentes cerebrovasculares 6%.

En el aspecto psicológico el observatorio de la universidad de Buenos Aires, reveló, un 45% de los 742 participantes de todo el país que respondieron una encuesta en línea reportaron sintomatología ansiosa entre moderada y severa y más del 56% percibió síntomas de depresión clínica, también se registraron en 7 de cada 10 de los participantes fallas cognitivas y que su atención empeoró, a la vez que 4 de cada 10 reportaron que su memoria empeoró a partir de haberse infectado con el virus SARS-CoV-2.

Se hallaron altos niveles de sintomatología ansiosa, depresiva y riesgo suicida em personas que han sufrido COVID-19, siendo el síntomas más frecuente la fatiga, el 80% de los examinados informó que padecía de una fatiga inusual, se afirma que en ciertas funciones cerebrales de personas recuperadas, existen afecciones de múltiples dominios cognitivos en la atención selectiva, el procesamiento emocional, la memoria de trabajo y distintas funciones ejecutivas “la infección por COVID a través de la inflamación que causa en el cerebro; los aspectos psicosociales de la pandemia y el aislamiento, como los efectos adversos psiquiátricos de algunos de los fármacos usados en el tratamiento del COVID; pueden derivar en trastornos o síntomas psiquiátricos” afirma Eugenia Devi, Jefa del Departamento de Psiquiatría del Instituto de Neurociencia de la Fundación Favaloro, las personas que hayan atravesado la enfermedad y noten síntomas neurológicos o psicológicos realicen una evaluación interdisciplinaria en forma oportuna, y en todos los casos se aconseja la rehabilitación física y el seguimiento neurológico de los pacientes, además de realizar una evaluación de los déficit cognitivos y síntomas emocionales. Además, se señala que existen también una variedad de síntomas tras haberse recuperado de la infección aguda lo que genera un impacto negativo en su calidad de vida, apareciendo también una variedad de síntomas residuales dentro del espectro neurológico, tales como cefalea discapacitante, accidentes cerebrovasculares, crisis convulsiva y alteraciones en el movimiento con inestabilidad, debilidad y dolores musculares.

Finalmente, los especialistas afirman que los tratamientos deben ser específicos para cada trastorno, y más que nunca, deben ser diseñados para cada paciente, siendo de suma importancia la detección temprana de las secuelas mentales del COVID-19 (Fuente fundacionfavaloro.org/covid-advierten-por-multiples-secuelas-neurologicas-y-psicologicas del 31/05/21)