Con fecha 23/05/21 en la tv me atrajo una charla entre periodistas de La Nación+ con el empresario gastronómico Marcelo Boer que contaba las penurias que genera la cuarentena; ha intentado infinidad de maneras de solucionar el drama y cumplido las restricciones que el gobierno le impone para que sus negocios funcionen, nada sirvió, cerrar las empresas, despedir a los empleados, es el futuro que aparece imposible de eludir, y estando tan cerca del límite con un grupo de empresarios afines decimos ver si es factible quebrar éste porvenir de miseria y tristeza buscando alguna oportunidad en el extranjero.

Los conceptos de la charla predicha donde se menciona la decisión de cerrar los emprendimientos laborales que hasta el presente se habían desarrollado en Argentina durante muchos años de trabajo duro y que hoy cierran constituyen una causa de tratar de escapar hacia el exterior donde se logré iniciar alguna actividad que permita mantener con normalidad las necesidades básicas de la familia.

Lo expuesto es una realidad que puede apreciarse visitando cualquier lugar que hasta hace pocos meses facturaban lo suficiente para obtener una ganancia pagar los sueldos y mantener el negocio.

Lo dicho, sumado al avance de la enfermedad generada por el SARS-CoV-2 nos va llevando a una situación de encierro absurdo.

El exilio es una alternativa, si nos quedamos en nuestra tierra deben vacunarnos con urgencia y si no será la muerte.