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Escrito por hector luis manchini  
Martes, 26 de Junio de 2018 11:10

El día 25 de junio de 2018, en el acto celebrado en el obelisco de la CABA el sindicalista Rubén Darío "Pollo" Sobrero expresó la necesidad imperiosa de que sindicalistas, obreros y el pueblo en general adoptara las medidas de fuerza necesarias para que destituir al Sr. Presidente Ing. Mauricio Macri por ser un gobierno que a su juicio ejerce su función en contra de los intereses del pueblo trabajador gobernando en favor de los ricos y en contra de los pobres.

Destacando que la izquierda y los movimientos sociales respecto de los cuales él se puso a la cabeza, promueven la remoción deuna auténtica revolución izquierdista y sindical criticando a la CGT por haber demorado la llamada al paro general que se concretó en el día de ayer.

Por más fino que se hile no cabe duda que tales expresiones constituyen el delito de sedición en tanto ese grupo de personas que lideraba el dirigente gremial ya mencionado usurpaba los derechos del pueblo para proceder con la intención de destituir por medio de las vías de hecho al Primer Magistrado de la Nación.

Tan grave delito que procura romper con el orden institucional organizado en Argentina debe necesariamente ser recogido por algún Fiscal que tipifique el crimen y lo denuncie ante el Juzgado Penal correspondiente.

Es incomprensible que esto aún no haya sucedido y demuestra que la justicia en este país es simplemente papel pintado, el escenario de una obra teatral donde jueces y fiscales juegan a desempeñar los roles que  la Nación les ha asignado, miran para otro lado y como Pilatos se limitan a lavarse las manos hacié, no enfrentándose con su ciencia, conciencia, palabra y autoridad a ilícitos que cada día van intentando depreciar al titular del Poder Ejecutivo y a las instituciones creadas por laC.N para superar las precariedad de los sistemas de justicia primitivos, aunque quizás el pueblo deba volver a ellos  para conseguir al menos una vida en paz sin piquetes ni movilizaciones como en este momento está sucediendo en el puente Puyrredon en Buenos Aires por la muerte de Kostechi y Santillan ocurrida ya hace varios años.

En realidad pareciera que la justicia no existe como poder del Estado en este argentino país, que es un ámbito donde nadie actúa y se limitan a acudir a fin de mes a percibir sus cuantiosos haberes mientras sus omisiones van llevando a la desobediencia sin sanción de las mandas e instituciones consignadas en la Constitución Nacional, el Código Penal y normas concordantes.

Seguramente ningún funcionario se hará eco de este clamor pero que quede claro  que en este escrito se hace saber que los fiscales deben actuar ante la amenaza pública del sindicalista Sobrero y sus seguidores y de no hacerlo tal comportamiento debe ser reprochado mediante juicio político para ser removidos del ejercicio de un cargo que no merecen ostentar por su cobardía y falta de compromiso.

Quizás lo expuesto  no sea más que la expresión de una utopía que jamás va a concretarse ya que a pesar de los múltiples graves delitos cometidos, la falta de afán por conseguir la verdad que impone hallar la justicia, la falta de conciencia republicana en jueces y fiscales hacen que los expedientes duerman en los anaqueles y en el cesto de papeles agoniza la decencia.