El principal requisito exigible a cualquier elector al tiempo de votar es la sensatez que según el diccionario de la Real Academia Española significa prudencia, cordura, buen juicio apreciando que el primer deber del representante que elijas será el mantenimiento y conservación de la Constitución, que haga culto de la honradez y de la buena fe, un político claro y simple una persona de bien, acostumbrada al fiel cumplimiento de la palabra comprometida en cada caso.

En una democracia republicana como la que hoy nos rige es innegociable que el pueblo vote con sensatez, esto es a aquel político que honre a la Constitución Nacional que es el puerto seguro que siempre nos protegerá de cualquier borrasca y superar los malos tiempos.

Argentina, sus habitantes, está pasando un mal tiempo consecuencia del capricho de haber convocado como sus representantes durante 16 años a un programa de gobierno totalitario que decidió en beneficio propio tomando medidas demenciales, obviando la manda de la Constitución Nacional consignada en el Preámbulo de proveer el bienestar general.

Sobre el punto Alberdi decía: «No pueden ser llamados sensatos los que entregan sus destinos de ciudadanos y de padres de familia a un puñado de pillos ¿Pueden ser sensatos los que se dejan gobernar por locos y truhanes? Entre locos que conducen a cuerdos y cuerdos que se dejan conducir por locos, todo el mundo dirá que los locos son los cuerdos y los cuerdos los locos» (Juan Bautista Alberdi Obras Selectas).