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Escrito por hector luis manchini  
Martes, 21 de Junio de 2011 20:42

Reportaje del diario www.tiemposur.com.ar de Rio Gallegos Argentina

Una de las problemáticas que no han sido bien tratadas en la capital de Santa Cruz fue la de la ludopatía o el juego compulsivo. La misma surge debido a una necesidad de apostar dinero, ya sea para recuperar lo perdido o por el simple hecho de sentir la adrenalina de la apuesta. En este año, treinta personas se acercaron para pedir ayuda por juego compulsivo.
TiempoSur se comunicó con uno de los consejeros de juego responsable de la ciudad, quien explicó que “las personas que tienen este tipo de problemas vienen a la sala de juegos y no tienen un control sobre sí mismas. Se cierran en su mundo y no tienen nada más en mente que el riesgo de jugar”, comentó.
Muchos de los jugadores compulsivos comienzan a tener impulsos agresivos debido a la pérdida de dinero, como así también debido a las ansias de recuperar lo perdido. A su vez, dejan de ver el juego como un entretenimiento o una manera de divertirse, y comienzan a sentirlo como una adicción.
“Hubo casos en los cuales las personas dejaron de pagar los servicios, hipotecas y alquileres y han venido a jugar su sueldo por completo. Muchas veces, lo han perdido todo, y vuelven con la intención de volver a recuperarlo”, explicó el consejero. Adrenalina
“El jugador compulsivo sabe que no podrá recuperar todo lo que ha apostado, ya que las cifras suelen ser grandes. Apuestan sumas monetarias importantes, con la esperanza de recuperar lo perdido, aunque saben que no podrán. Lo que les gusta a ellos es la sensación de riesgo que produce el apostar dinero. Son adictos a la adrenalina que les produce jugar”, comentó el entrevistado y agregó que “pierden el sentido del juego por diversión, ya que lo hacen sin tener control alguno”.Familias
“Hubo casos tratados en los cuales los jugadores se alejaban de sus familias, parejas y amigos. Se acercaban a la sala a jugar en soledad, y perdían la noción del tiempo y el espacio por el juego. Las familias de estas personas son las que en algunos casos, acuden a pedir un seguimiento”, explicó.Juegos
Los juegos que más entretienen a la gente, son las máquinas de azar, en las cuales el jugador apuesta una cierta cifra, y tras activar el tragamonedas, el jugador espera el resultado. Estas son las que más se encuentran en las salas de juego, ya que la mayoría de las personas apuestan en ellas debido a su sencillez. En este juego, es donde más se encuentran los jugadores compulsivos, apostando constantemente. Control
“Este año hubo alrededor de treinta personas que vinieron personalmente a pedir ayuda para dejar el juego compulsivo. Las personas que toman esta decisión, se acercan a hablar con nosotros, y tras completar una ficha con sus datos y hacer un pedido mediante Juez de Paz, se les saca una foto de cuerpo entero y es colocada en la recepción de la sala. Los mismos reciben un tratamiento durante seis meses, en los cuales se les restringe el acceso a la sala. Este programa comenzó a principios de año, y nosotros luego vamos haciendo un seguimiento de la persona para saber como va su recuperación”, comentó el consejero.Consejos
En caso de que una persona o un familiar necesiten ayuda con el juego, es recomendable que se contacte con los consejeros de las salas. Se les recomienda además, que las personas que asistan a las salas lo hagan teniendo en mente un límite de tiempo y dinero para jugar, ya que el exceso de los mismos podría ser el puntapié inicial a la patología. En todo momento, desde las salas y junto a los consejeros, se recomienda el jugar para divertirse. Además, se pide asistir a jugar acompañados, ya que el jugar solo puede volverse compulsivo.
En tiempos de crisis emocional es recomendable no jugar, ya que se disminuye el autocontrol. Las personas que estén atravesando una crisis de esta índole están más propensas a jugar compulsivamente, ya que además de no tener el autocontrol suficiente, tienden a descargar sus frustraciones en el juego.