La ley debe arruinar la fiesta Imprimir
Escrito por hector luis manchini   
Martes, 23 de Agosto de 2016 18:01

En el programa televisivo del Dr. Nelson Castro del día 22/08/2016 el psicólogo Miguel Espeche refiriéndose al accidente protagonizado por una niña de 15 años en Posadas, Misiones, autora de un choque fatal cuando conducía un Mini Cooper que su padre le había dado como regalo por sus quince años chocando de frente contra una motocicleta manejada por un joven de 22 años que murió en el acto por el fuerte impacto, como consecuencia del cual la conductora no recibió pena alguna por ser menor lo que la convierte en inimputable, destacó que las transgresiones a la ley y en particular a las normas de tránsito se ha naturalizado en Argentina y así como consecuencia de tal actitud reprochable los responsables no le otorgan la entidad que ello tiene - aun cuando las consecuencias sean fatales - y según sus palabra el victimario considera que “La ley viene a arruinar la fiesta”, o que “La ley nos escupe el asado” y aun cuando la muerte haya sido el resultado de la inobservancia normativa.

Con excusas inaceptables se intenta justificar la acción delictiva y sus secuelas las que se resuelven con un reto por el juez a cargo - apuntando que ni eso ocurrió en este caso pues la menor no asistió a la audiencia judicial alegando el padre que estaba deprimida -, un acuerdo judicial entre defensor y fiscal siempre injusto pues jamás logrará reparar lo irreparable de la muerte o lesiones producidas y a lo sumo en una pena en suspenso que alivia al victimario y rechaza la víctima o sus dedos - según el caso - y la sociedad toda.

Ello así porque el homicidio o lesiones culposas en la actualidad con el nivel altísimo de desprecio a la ley con el que nos topamos cada día debe ser la excepción y el dolo eventual la regla ya que es una burda mentira que quien maneja ebrio, pasa los semáforos en rojo, le entrega su auto a un menor de edad o como en este supuesto se lo obsequia es consciente que en tales supuestos puede ocurrir un accidente pero no obstante ello asume el riesgo y actúa con la convicción que en cualquier caso - la falta de una normativa rigurosa sobre el punto y la vigencia de jueces y fiscales que rechazan la mano dura - la ley no llegará a arruinar la fiesta.