El asesinato no prescribe ni se indemniza Imprimir
Escrito por hector luis manchini   
Lunes, 08 de Febrero de 2016 11:31

Los pueblos que olvidan su historia están condenados a repetirla

Anguita conductor en Radio Nacional ¡una vergüenza asesina! -

Eduardo Anguita:

Periodista de la Revista 7 días.

Director de Canal 7.

Como integrante del E.R.P. en 1973 asaltó el Comando de Sanidad del Ejército en pleno Gobierno Justicialista de Perón.

Durante las acciones asesinaron al Teniente Coronel Juan Duarte Ardoy e hirieron con ánimo de matar a soldados conscriptos por el sólo hecho de vestir el uniforme del ejército, lo que los convertía en enemigos de sus ideales.

Su consigna era 'derrotar a la Burguesía y al Ejército opresor' (En plena democracia...).

Detenido por los hechos del Comando de Sanidad, fue procesado y cumplió prisión hasta 1983 en que fue amnistiado por la Ley de Punto Final dictada por el Presidente Raúl Alfonsín.

En 2006 cobró la indemnización de U$S 252.000 por haber atentado contra la Democracia durante el Gobierno de Cámpora.

Al día de hoy, su premio como militante montonero es ser Gerente de Canal 7 al 2008 (www.bolsonweb.com.ar)

Anguita fue un cruel asesino y los asesinatos alevosos no prescriben, el criminal no deja de serlo por el paso del tiempo ni puede ser amnistiado la cobarde agresión a simples soldados que estaban cumpliendo con el servicio militar obligatorio. Una persona oscura, que mancha el gobierno democrático de Cambiemos y que no puede seguir en su cargo.

Durante años alentó el robo del modelo kirchnerista con periódicas notas que alentaban el latrocinio de Cristina Kirchner y sus militantes en el diario ANBariloche entre otros-

Fue un riguroso censor, prohibiendo las publicaciones de los que alentaban la vuelta a la democracia republicana desde los medios en que actuó y que dirigió.

El reclamo de que Anguita cese en su cargo en Radio Nacional -radio de la patria republicana- no es echar a un individuo por pensar distinto sino hundir en el lodo más profundo a uno de los asesinos que alegando ser jóvenes idealistas mataron sin piedad a ancianos, niños, soldados e inocentes en general, tal como lo concretó este repudiable personaje que me merece todo mi desprecio.