Habiendo salido del default Argentina abrió sus puertas a la importación y consecuentemente a la inversión tan apetecida que de ser exitosa se lograrán crear empresas que generen multitud de puestos de trabajo para lo cual el gobierno abre las puertas de par en par para que ingresen capitales bien habidos que en libertad y plena vigencia de las garantías constitucionales nos llevaran al crecimiento y pleno empleo.
Así las cosas aparece claro que en tiempos en que la Nación requiere inversores que proporcionen buen trabajo es imprescindible que se otorgue a los creadores de empleos todos los beneficios dentro del marco de la ley y no obstaculizar la realización de cualquier proyecto productivo y en tal sentido es manifiesto que aguardar al que intenta asentarse en el país con una franca intención laboral con una ley que regula la relación con sus trabajadores impidiendo su despido, reglado en la Ley de Contrato de Trabajo y la obligatoriedad de otorgar una doble indemnización para el caso que la ruptura se concrete se puede apostar sin riesgo que nadie en su sano juicio pondrá un sólo peso para complicarse la vida en juicios y reclamos ya que su objetivo no es la controversia sino intentar producir, utilizar materia prima para generar riqueza y excelente empleo.
Sobre la política para desarrollar el trabajo productivo Alberdi aconsejaba “... abrir las puertas del país para que todos entren y asegurar el bienestar de los que en el penetren: la libertad a la puerta y la libertad adentro. Si abrís las puertas y hostilizáis dentro, tendréis prisioneros no pobladores; cazaréis unos cuantos incautos, pero huirán los demás. El desierto quedará vencedor en lugar de vencido. Hoy es harto abundante el mundo en lugares propicios, para que nadie quiera encarcelarse por necesidad, y mucho menos voluntariamente" (Alberdi Juan Bautista, Obras Completas).
El concepto precitado tiene plena vigencia, el mundo está lleno de lugares para instalar empresas en libertad y sin tropiezos legales, es tan obvio que las restricciones que significan la prohibición de despido y la doble indemnización sólo lograrán que fracase el intento de atraer capitales que generen empresas relevantes y empleo genuino.