Sobre el juicio por jurados Imprimir
Escrito por hector luis manchini   
Lunes, 08 de Agosto de 2011 19:15

Con fecha 20 de abril del 2010 el diario Río Negro publicó una carta del suscripto referida a la próxima reforma del Código Procesal Penal donde ponía de manifiesto que "El que esto firma piensa que lo importante no es el sistema, (escrito, oral, acusatorio, etc.), sino que los jueces que resuelvan sobre la propiedad, la vida, la libertad, los bienes en suma esenciales de los ciudadanos, sean buenas personas, les duela la injusticia, les duela terriblemente la injusticia, como bien dice el eminente jurista y catedrático”. Roland Arazzi.

La forma, el procedimiento es lo de menos. Lo trascendente es el elemento humano. La objetividad e independencia de los magistrados, su tremendo dolor hacia la injusticia, aptitud que los hace verdaderos jueces".

Que en la carta en cuestión para acreditar dicho afirmación mencioné el caso criminal de mayor importancia en la provincia Neuquina, caratulado "P.R. y otros s/homicidio en Lonco Luan" que tramitó ante el juzgado penal de Zapala a cargo del extinto juez Dr. Arturo Simonelli. Los hechos se desencadenaron entre el 24 y 27 de agosto de 1978. Un asunto más que complejo que requirió infinidad de testimonios, dictámenes de especialistas, reconocimiento de lugares, en suma la producción de toda la prueba que pueda imaginarse en un asunto criminal.

El Juez que Investigó, tan farragoso hecho en épocas de máquinas de escribir manuales, dictó sentencia definitiva el 11 de diciembre de 1979.

La misma celeridad y certeza beneficiaba a cualquier asunto hasta que se llegó al juicio oral y público.

El proceso oral puro donde no se deja ninguna constancia, salvo que la parte la pida y el tribunal la acepte, se transforma en un medio riesgoso pues al no quedar constancia fehaciente de lo expuesto puede llegarse, por interpretaciones erróneas, a un resultado absolutamente alejado de lo justo y debido.

Además los testigos declaran en sede policial, en la instrucción judicial y en la audiencia de juicio, mientras van quedando por el camino aquellos que en el pesado trámite se alejan del lugar, fallecen, se incapacitan, etc.

La publicidad, salvo los casos que adquieren relevancia es nula. Nadie asiste a los juicios comunes pero trascendentes. No hay interés popular por presenciar cómo se administra justicia

Ahora en octubre según el diputado Inaudi, quedará sancionada la reforma que establece un sistema donde la relevante figura del juez desaparece, en tanto tiene prohibido investigar y su sentencia no puede apartarse del dictamen de los jurados. También se prevee comenzar por los juicios más graves y mechado con todas estas novedades cuando el imputado sea integrante de alguna comunidad que quede comprendida por la designación de "pueblos originarios", algunos delitos serán juzgados y resueltos por sus "pares".

Según se informa los jurados se elegirán de la siguiente forma: "Los ciudadanos que integrarán los jurados se elegirán del padrón electoral. Primero se realizará un sorteo según el cálculo estimado de la cantidad de jurados que se van a necesitar para los juicios previstos en el año. Luego para cada juicio en particular se realizará un nuevo sorteo (con el padrón depurado) y cada una de las personas elegidas afrontará una audiencia de selección para establecer si tiene algún interés particular en el caso, si son parientes del imputado, o si tienen alguna vinculación como acreedor o deudor, esto será para garantizar la imparcialidad del jurado que sólo actuará una vez." (Revista La Tecla, 14 de Agosto de 2011, pág. 17 y s.s.).

Difícil, complejo y ostentoso, como todo lo que se piensa en Neuquén Capital, análoga filosofía a la que inspiró la construcción del edificio de La Legislatura Ministerios, Ciudad Judicial, etc. Y dispendio de dinero que la Provincia no tiene pues, caso contrario, los problemas de las ciudades afectadas por el volcán Puyehue estarían resueltos.

Pero es el afán de los que tienen una pizca de poder de tirar dinero de los contribuyentes, como por ejemplo en el inútil Consejo de la Magistratura que se nutre de decenas de millones de pesos para designar cinco jueces por año, renegando del sistema de la carrera judicial que no costaba un peso y funcionó por años magníficamente.

Además no se pensó en el interior. De donde van a salir tantos jurados como los que se requieren, tuvieron en cuenta los censos, la densidad demográfica. ¿Y los edificios? ¿Donde se albergarán los individuos que integren ese complicado e irrealizable trámite?

Reitero esta es una provincia pobre, la más pobre del país junto con Chaco, proponer un sistema procesal inviable, con dinero que no existe, es un capricho que se costeara con más pobreza del pueblo.

Aún conseguido armar este difícil procedimiento quedan dudas graves sobre si realizará la justicia, que pasa con la figura del juez que es sólo una marioneta, los jurados deberán apreciar que en el caso el imputado haya cometido un hecho típico, antijurídico y culpable (Teoría del delito penal, estudiada en la facultad y cursos especializados).

Les pido a los autores de la reforma sentido común, prudencia y que consideren la necesidad de austeridad que exige el momento, remarcando como lo hice al principio que el proceso, la forma no interesa, solo se requiere del mejor elemento humano posible para aplicar el derecho al caso concreto, que actúe con diligencia, independencia, experiencia, conocimientos técnicos y resuelvan el caso en tiempo y con justicia.

Sólo eso reclama la gente que hoy se queja a gritos por la mala atención, el maltrato y la morosidad insoportable de la administración judicial.

Última actualización el Martes, 09 de Agosto de 2011 16:26