Sócrates y el respeto a la ley Imprimir
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Escrito por hector luis manchini   
Martes, 06 de Noviembre de 2012 13:24
socrates, ley,libertad

La Justicia es representada por una mujer con los ojos vendados, con una balanza en una mano y una espada en la otra.

La espada simboliza la ley, la que tiene que ser observada siempre.

Recordemos el diálogo de Sócrates y Criton cuando el primero es condenado a muerte. Sócrates no acepta argumentos y elige la ley sobre la posibilidad de escapar pues ella estaba por encima de todo y como buen ciudadano debía respetarla y aceptarla aunque fuera injusta.

Por ese concepto eligió la muerte a la huida. Por respeto a ella.

En Argentina muchos de sus gobernantes han perdido todo respeto por la ley, han dejado de ser buenos ciudadanos y así cuando una norma jurídica se convierte en una molestia, en un obstáculo para los fines políticos del gobierno de turno, simplemente se la cambia por otra a medida de las intenciones del poder sin que importe que se trate de una inocente prescripción del derecho civil, la esencia del derecho penal, o la Constitución Nacional.

Quizás un buen ejemplo sea el artículo 67 bis del Código Penal por el cual cualquier delincuente, contando con la conformidad fiscal, que haya cometido un ilícito penal de cualquier tipo incluso supuestos de abuso sexual puede quedar en libertad donando un paquete de azúcar al jardín de infantes que elija.

Famosa fue la reforma de la Carta Magna de 1994 cuando se le otorgó facultad legislativa en casos extraordinarios al Poder Ejecutivo, facultad expresamente vedada ya que en el sistema republicano las leyes las dicta exclusivamente el Congreso.

Pero la modificación se concretó y el Poder Ejecutivo abusó escandalosamente de esa prerrogativa extrema.

Ahora el Gobierno Nacional tiene por objetivo hacer trizas al Grupo Clarín y de paso acaparar la integridad de los medios de difusión del país, de manera tal que el pueblo escuche una sola versión de la realidad, exista unas sola voz, se difunda un sólo pensamiento y así como no logra nombrar a un juez adicto por la férrea oposición de la minoría en el Consejo de la Magistratura, encontró el camino del per saltum ,esto es saltearse las molestas instancias que la ley prevee para acceder a la Corte Suprema de Justicia de la Nación, y procurar así que se dicte por el Alto Tribunal la sentencia pretendida que acabe para siempre con la libertad de prensa.

Obviamente nuestros gobernantes no tienen, ni han tenido - con la honrosa excepción del Dr. Arturo Illìa - la convicción ciudadana de Sócrates, ni siquiera el Dr. Carlos Saúl Menem, que según es de público y notorio leyó todas sus obras.

Última actualización el Sábado, 31 de Octubre de 2020 10:22