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«La rebelión de Atlas (Atlas Shrugged)» es por muchos considerada la obra de ficción más completa y poderosa de Rand sobre la filosofía objetivista. En los años ochenta, la Biblioteca del Congreso de los Estados Unidos hizo una encuesta, preguntando cuál era el libro que mayor influencia había tenido en la vida de los encuestados. El primero en el ranking fue «La Biblia», el segundo, «La rebelión de Atlas».
Allí en un párrafo se afirma «Cuando advierta que para producir necesita obtener autorización de quienes no producen nada; cuando compruebe que el dinero fluye hacia quienes no trafican bienes, sino favores; cuando perciba que muchos se hacen ricos por el soborno y por influencias más que por el trabajo y que las leyes no lo protegen contra ellos, sino que, por el contrario, son ellos los que están protegidos contra usted, cuando repare que la corrupción es recompensada y la honradez se convierte en un inútil sacrificio, entonces podrá reconocer que esa sociedad está condenada».( Ayn Rand, obra citada)
Las próximas elecciones no modificaran nada, gane quien gane, será sin duda más de lo mismo, salvo que de alguna manera se condicione a los futuros gobernantes a brindar concretamente y no sólo de manera formal que se tomen las medidas necesarias para erradicar la desnutrición y mortalidad infantil, que retorne el tren tal como lo conocíamos antes de la privatización, renovado y mejorado, que se eliminen todos los planes educativos vigentes brindándose por el Estado una educación gratuita a todos los niveles idéntica a la que se proporciona en países avanzados en la materia, se alienten inversiones para que nazcan fuentes de trabajo genuinas y se consagre un servicio de justicia auténticamente independiente.
Parece una utopía, pero tengo la esperanza, la fe, que poco a poco nos ingeniaremos para acomodarnos a las normas legales, éticas y morales mínimas, para vivir en una sociedad que valga la pena. Cumplamos el mandato de José Ortega y Gasset: ¡Argentinos a las cosas! |