Argentina potencia convertida en un país invivible Imprimir
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Escrito por hector luis manchini   
Viernes, 14 de Agosto de 2020 13:28
anciano pobre adulto mayor indigencia

A principios del año 2020 la pandemia declarada por la OMS a causa del COVID-19 practicamente hizo añicos las fuentes de trabajo en especial de aquellos que no eran empleados del Estado o de empresas sólidamente arraigadas en el país ésto es el trabajador autónomo en su más amplia expresión  dejando una actualidad vital espantosa en tanto a nuestro país la pandemia nos encontró siendo víctimas de un feroz desempleo y en consecuencia  rodeado de enormes dificultades para lograr nada más que sobrevivir cada día sin saber que sucederá al día siguiente, sin que se avizore circunstancias que puedan ayudarnos a no caer en un futuro de hambre y desesperación.

Obviamente la desgracia narrada brevemente tiene como víctimas principales a los niños y ancianos.

En primer lugar corresponde indicar que los ancianos en una sociedad que los excluye aparecen muertos en absoluta soledad en sus casas o en masa en los geriátricos, en ambos casos sin piedad ni lágrimas de la familia que los ha abandonado que si bien obviamente no abarca a las familias que están junto a ellos hasta el último momento, lamentablemente ésto ahora no es la regla y así la pobreza la enfermedad y la muerte los sorprende al final de sus vidas.

En este sentido “el Indec informó que en el segundo semestre de 2019 aumentó el estado de pobreza en la franja de la población de 65 años y más a 11,3% de ese conjunto, que suma unos 6,1 millones de personas.

Significó un incremento en poco más de 68.000 personas en sólo seis meses, a un total de 687 mil abuelos, que no sólo no reúnen ingresos suficientes a través de la jubilación, pensión y alguna otra asistencia del Estado, para poder comprar el conjunto de alimentos, medicamentos y servicios básicos, sino que además ahora los encuentra expuestos a la amenaza de la pandemia del coronavirus” (infobae abril/2020).

En cuanto a los niños debe indicarse preliminarmente que las parejas  obvian compartir sus vidas trayendo a éste mundo a un pequeño, por múltiples circunstancias particularmente la pobreza a la que los lleva la falta de trabajo genuino que genere ingresos para otorgarles una vida que merezca ser vivida.

En tal sentido remarco que: “UNICEF Argentina presentó hoy una nueva estimación de la pobreza infantil en el país y adelantó los resultados de la segunda encuesta nacional de impacto del COVID-19 en familias con niñas, niños y adolescentes. Las nuevas estimaciones del organismo alertan que, entre diciembre de 2019 y diciembre de 2020, la cantidad chicas y chicos pobres pasaría de 7 a 8,3 millones. La segunda encuesta nacional genera datos actualizados sobre la ocupación de los jefes y jefas de hogar, el acceso a alimentos y la percepción de programas de transferencias sociales. Las nuevas proyecciones alertan que, en diciembre de este año, el porcentaje de niños y niñas pobres alcanzaría el 62,9%. UNICEF basa sus cálculos en datos oficiales del Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INDEC) y pronósticos del Producto Bruto Interno (PIB), provenientes del Fondo Monetario Internacional (FMI). El 24 de junio el FMI presentó las nuevas proyecciones por países y, en consecuencia, la actualización muestra un incremento de casi 5 puntos respecto a los niveles de pobreza infantil estimados en mayo de 2020 (58,6%) al 62,9% actual” (www.unicef.org, 5Ago2020).

En cuanto al trabajo, es de público y notorio que está ausente en la realidad de los argentinos todo ello producto de la falta de empeño de los gobernantes en hacer realidad la manda prioritaria que ordena el Preámbulo a los gobernantes de concretar el bienestar general de todos los habitantes.

Sobre el punto el Observatorio de la Deuda Social Argentina-UCA informa “La actual emergencia sanitaria pone en estado de crisis agravada a un sistema socioeconómico fracturado, estructuralmente desigual desde hace décadas. A pesar del aumento de las ayudas sociales, los hogares han sufrido un brusco y significativo empobrecimiento.  El nuevo escenario paraliza a la economía informal y a una parte de la economía formal, a la vez que afecta las expectativas y posibilidades de reactivación en el corto plazo, prolongando un estancamiento estructural, y profundizando las desigualdades.  La situación afectando especialmente a la pequeña y mediana empresa, profundizando la relación entre informalidad económica, pobreza y exclusión social. Si la situación social ya era “delicada” a finales de 2019, es de esperar que todo se haya agravado aún más”. 

En suma la situación de Argentina en estos momentos resalta que la potencia que llegó a ser en tiempos pretéritos hoy es un país invivible donde, lamentablemente, la gente por la acción de los malos gobiernos que han padecido busca incesantemente emigrar a naciones democráticas y republicanas y escapar de este desastre que sus gobernantes lograron conseguir por mediocres y corruptos agravando una realidad que hunde sus raíces en años anteriores tal como lo dejé expresado en la nota del 14 de agosto de 2014 en la nota "El deber de abatir la pobreza"


Última actualización el Viernes, 14 de Agosto de 2020 13:39