Ya te visitaré |
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Escrito por hector luis manchini |
Viernes, 18 de Enero de 2013 08:33 |
En una bella nota del periodista Carlos Torrengo publicada en el diario Río Negro On line del 10 712/2012 bajo el título "Sólo ella tuvo estilo" apunta: "Elegante. Estilizada. Serena, sólo con suaves roleos de babor que estribor devolvía con gentileza. Cabeceos de proa tan imperceptibles que el mascarón con torso y rostro de mujer –por algo los coleccionaba Neruda en su Isla Negra– seguramente no se mojó. Y blanca, muy blanca. Tanto que avanzando de cara al sol que se replegaba, el blanco se tornó tan brillante que dolió a la vista. Sus tres mástiles pelados de velas sostenían gavieros. Y de altos, se perdían rumbo al cielo. Toda una estética. Seductora estética. Así ingresó la ‘Libertad’ a la Base Naval de Mar del Plata" Magnífica manera de honrar por escrito al buque insignia de la todos los argentinos, símbolo patrio por excelencia, a la par de la bandera y la escarapela. Nos representa en cada rincón de mundo con toda la majestuosa distinción imaginable, soberbia, sin mácula. Ayer al verla navegar estupenda frente a la costa de la ciudad de Mar del Plata, el corazón no pude evitar acelerar su ritmo - pura emoción, - pues allí frente a mis ojos, elegante y virtuosa la gran dama del mar se lucía en plenitud a pesar de todo. Digo a pesar de todo, pues debió padecer una impensable retención en un puerto lejano por impericia, mala praxis, errores de señores y señoras que no la merecen, que la denigran al convertirla en atracción de un acto político absurdo, irrazonable, donde ella, su historia, su nobleza, su estirpe, nada tenía que hacer, pues como tantas veces el Gobierno Nacional se equivoca al convertir a bienes preciados del pueblo argentino todo, en objetos propiedad del Poder Ejecutivo nacional, actuando sin sutilezas, casi brutalmente, propio de un modelo que no sabe de prudencia ni austeridad Lamento querida Libertad no haber podido ir a verte en el justo momento de tu llegada pero no fue posible, no acepto que me arreen como ganado o que me obliguen a portar banderas que alientan la división de este pueblo noble ni adherirme a consignas que instan al enfrentamiento entre hermanos. Ya te visitaré, cuando vuelvas a la paz, cuando no existan amos que te utilicen mezquinamente, cuando toda esa escenografía sin estilo que debiste soportar ayer no sea más que un mal recuerdo, en suma cuando los argentinos definitivamente unidos dejemos atrás las borrascas y los malos tiempos. |
Última actualización el Martes, 22 de Enero de 2013 08:49 |